viernes, 13 de abril de 2018

PATOLOGÍAS INCAPACITANTES

  Esta lista constituye las patologías de más alta consideración, ya que impiden a la persona continuar con su estilo de vida. 

   En términos científicos; son  crónicas,  degenerativas o terminales. Todo lo que nos dice la ciencia es que a veces son de origen genético y otras autoinmune. Es como si estás "estropeado" y ya está.

   La visión oriental  aborda la enfermedad desde otra perspectiva; como procesos adaptativos del ser. Al existir otra perspectiva, tambien hay otro resultado.

   Mediante el conocimiento de los canales energéticos que recorren nuestro cuerpo, y nos conectan con lo que nos compone y nos rodea, la Medicina Tradicional China acude a los propios recursos energéticos de la persona para reestablecer el equilibrio, en la medida de lo posible. 

   Como resultado, la persona puede recuperar capacidades que se daban por imposible, como un tendón desflecado y roto en un hombro que tiene funcionalidad de nuevo, o una simple reducción significativa del dolor.  Ësto mejora la forma en la que se ve y siente con respecto a sí mismo, y por lo tanto, tambien su calidad de vida.

  ESTA ES NUESTRA VOCACIÓN


Enfermedades Incapacitantes


Acromatopsia

Acondroplasia

Síndrome de Takotsubo

Síndrome de Brugada

Isquemia arterial crónica

Cáncer de pulmón

Insuficiencia respiratoria crónica

Fibromialgia Grado III

Fibrosis pulmonar

Espondilitis anquilosante

Esquizofrenia

Enfermedad de Raynaud

Depresión crónica

Síndrome de Sjögren

Esclerosis sistémica

Enfermedad de Paget

Síndrome de fatiga crónica

Enfermedad de Pompe

Enfermedad de Parkinson

Esclerosis múltiple

Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob

Esclerosis lateral amiotrófica

Narcolepsia

Síndrome De Capgras

Prosopagnosia

Síndrome de meniere

Alzheimer

Cancer – Grado III Metastásico

Síndrome de Asperger

Enfermedades de la Columna vertebral

sábado, 8 de noviembre de 2014

FISICA CUÁNTICA: RECONCILIANDO CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD

Ciencia y Espiritualidad
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MISTICISMO Y FÍSICA CUÁNTICA

La esperada unión entre ciencia y espiritualidad ya está aquí para cambiar la manera en la que definimos la realidad de la existencia.

NOTA ORIGINAL PUBLICADA EN LA REVISTA EL PLANETA URBANO, SECCION PLANETA-X
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Artículo de Brad Hunter
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Durante centurias las religiones y la ciencia ortodoxa tomaron el control del conocimiento para dividirlo, en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo de la ciencia. Así fue como toda la dinámica universal se consideró un inmenso mecanismo predecible y en el que el hombre no tenía incidencia. Todo estaba en manos de Dios, arbitrando una puja eterna en su creación: entre el bien y el mal, el caos y el orden. Mucho se habla en estos días sobre la Física Cuántica, pero en definitiva, ¿qué es la Física Cuántica? Si comparamos a la Física Cuántica con un sistema monetario basado en el peso, la unidad mínima de dicho sistema es el centavo. La llamada Física Clásica se encargaría entonces de estudiar el sistema a partir de la unidad peso (átomo) mientras que la Física Cuántica lo haría a partir del centavo (cuanto). Entonces esto puede llevarnos a definirla como una ciencia subatómica. La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de co-creación que todos poseemos. El hombre dejó de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.
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TODO ES LUZ
El término cuántico proviene de quantum, que es la unidad más pequeña que constituye la luz. Los experimentos llevados a cabo en los más avanzados laboratorios que estudian la física de partículas han demostrado que, en el nivel más pequeño de la materia, el nivel de las partículas elementales, todo es energía. Para comprenderlo mejor digamos que la materia es luz condensada. En los laboratorios se descubrió que las partículas y antipartículas se aniquilan entre sí, dando lugar a la aparición de la energía radiante y de la pura energía. En el mundo cuántico surgen procesos de creación y destrucción, demostración científica de que energía y materia no son más que dos polos de la misma esencia, de una única sustancia universal. El hombre mismo está formado de esta misma sustancia universal: luz pura y radiante. Cada uno de nosotros es un sistema de energías en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración. Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y absorber información. Así estamos en continua comunicación con una matriz cuántica universal de carácter holográfico.

CURACION CUANTICA
Este descubrimiento está abriendo las puertas a una nueva terapia de curación que no es física, sino de carácter energético. Durante la segunda mitad del siglo XX, Herbert Fröhlich y Fritz Popp estudiaron este patrón energético de los seres vivos. Se descubrió por entonces que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola supermolécula, estableciendo un patrón energético coherente y único. Así se pudo detectar una emisión lumínica por parte de los átomos similar a la de un láser. La misma fue conocida con el nombre de “radiación mitogenética de láser” y constituye la clave para asegurar que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo; y que su equilibrio, bienestar y salud dependen -como en el caso de una conexión a internet-, de la calidad de recepción y emisión de dicha señal. Para favorecer esta coherencia se puede interaccionar con estos campos sutiles de energía mediante terapias que utilizan luz, escalas cromáticas y frecuencias de sonido que ayudan a reestablecer la comunicación con la matrix.

LAS PROPIEDADES HOLOGRAFICAS
El campo energético biofotónico es holográfico, por lo que posee la propiedad de que la parte (individuo) contiene la información del Holograma completo (Todo). Existe una conectividad instantánea entre la parte y el resto de las otras partes, y entre las partes con el Holograma entero. Aquello que promulga el misticismo que reza “descubrí la verdad dentro tuyo” es una verdad irrefutable en la teoría del Holograma Cuántico. Esta propiedad de no-localidad de información es un principio postulado por la dinámica cuántica en el Teorema de Bell y demostrada en el primer experimento realizado al respecto en el espacio por el astronauta Edgar Mitchell en su misión del Apolo XIV. Nuestro Universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee. Al igual que un ordenador central de una red informática, toda la información queda almacenada en un disco rígido al que puede accederse desde cualquier computadora del sistema cuando el operario lo considere oportuno.

UNA PROPIEDAD FUNDAMENTAL: LA CONCIENCIA
Puede afirmarse que nuestro cuerpo contiene, entonces, un patrón holográfico de energía que trasciende el marco conceptual de la energía física, ya que sería energía consciente. A niveles cuánticos, la conciencia es parte integrante, esto significa que la realidad cuántica no es objetiva; entonces el observador forma parte de la realidad y tiene incidencia sobre la misma. Esto puede comprenderse bajo un principio clásico de la dinámica cuántica, el de la dualidad onda-partícula: el observador, con el simple acto de observar, determina el estado de la función en onda o en partícula. La visión es una propiedad de la conciencia, entonces la conciencia co-crea lo que observamos. Somos partícipes de un mundo cuántico que cambia de estado de acuerdo a los observadores-participantes de la realidad. La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la materia y la conciencia, estableciendo una nueva concepción de nosotros mismos. La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está entonces determinada por nuestra observación. A esto habría que agregarle que el perceptor (sujeto) y la fuente de emisión (objeto) están en una interrelación de resonancia conocida con las siglas PCAR, que permite que la información sea adecuadamente recibida. Esto puede simplificarse asegurando que cada individuo recibe la información que merece o puede entender de acuerdo con su nivel de comprensión y asimilación consciente de recepción. Este proceso calificado de información y regido por ciclos resonantes de retroalimentación es conocido como Bio-Feed Back.

UNIVERSO VIVIENTE
Si evaluamos la conciencia como un campo matriz podemos especular que el Universo se comporta como un ser vivo. James E. Lovelock fue quien postuló el concepto de la Tierra como un ser vivo, con esencia vital y conciencia. La naturaleza geométrica de la naturaleza, la cual se expande fractalmente, puede aplicarse a nuestro universo y a las leyes que lo rigen. El universo completo podría imaginarse como un gigantesco fractal expandiéndose permanentemente dentro de una matriz energética consciente. Uno de los aspectos cruciales de la comprensión filosófica de la dinámica cuántica es responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que mantiene a la luz “condensada” en materia? Queda claro que los procesos cuánticos no son, por sí solos, capaces de mantener la continuidad de la luz en materia. Una de las explicaciones la dio uno de los padres de la física cuántica, Max Planck, al declarar que detrás de la realidad física debe existir una mente consciente que le permita existir. Entonces, detrás de este gigantesco universo debe existir también una gigantesca mente consciente que le da vida y le permite existir materialmente. Como decía el genial escritor Jorge Luis Borges: “Somos pensamientos en la mente de un gigante”.

Por Brad Hunter
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Compilado por Freeman

martes, 7 de octubre de 2014

GEOMETRIA SAGRADA

La forma del vacío


Toda la creación se puede explicar a partir de la figura del tetraedro, es decir, la pirámide, en este caso, de base triangular.

Dos tetraedros unidos, masculino-femenino, conforman la estrella de David y la multiplicación de tetraedros hasta 64 (el número de codones del ADN y el número de hexagramas del I Ching) nos conducen hasta una figura representada en todas las tradiciones espirituales llamada La Flor de la vida.

Dentro de esa matriz, encontramos una forma geométrica llamada “matriz isométrica de Buckminster Fuller”, el descubridor de un isótropo en un meteorito cuya geometría ha dado lugar a las casas modelos domo, etc.


A esa matriz isométrica se le ha llamado “vector en equilibrio”. (Por ejemplo: las casas fabricadas con este modelo realmente tienen el poder de restablecer la energía porque reproducen el equilibrio cósmico).


La vida sigue este mismo modelo pues la célula huevo o cigoto se divide en dos, y después en cuatro y ocho esferas y así sucesivamente hasta 64, que es el mismo número de codones de la molécula del ADN.


El código binario reproducido en el Tao (el yin y el yang) se puede encontrar también en la informática, que sigue esta progresión en las memorias RAM de 64-128-256-512 megahertzios o en las propias memorias USB.
Incluso en el I Ching podemos hallar estas progresiones y demostrar geométricamente que el antiguo oráculo chino es más que eso, de hecho es un plano del Orden Cósmico. Por ejemplo: los dos hexagramas primarios, tierra (Chien) y cielo (Kun), compuestos de seis trazos partidos y seis trazos enteros, respectivamente, son la única manera de construir la estrella de David en 3D (2 tetraedros opuestos y complementarios).

Dos tetraedros en tres dimensiones (3D) suman 12 lados, añadiendo tetraedros por el sendero de la geometría sagrada nos lleva al 24, 36, 72 y, por fin, al 144, el número de la revelación, que aparece en el Apocalipsis y que la tradición recoge como que 144.000 despiertos son los necesarios para la llegada de la Luz. Según otros eruditos, cuando la conciencia vibra a 144 hertzios (Hz) es la frecuencia del despertar (o de la condición normal de la conciencia y del cuerpo).

En fin, hay mucho información al respecto y muchas interpretaciones, algunas muy profundas y otras un poco descabelladas.

Lo cierto es que la relación entre geometría y creación, entre la forma y el vacío está demostrada por la observación y por la experiencia subjetiva a través de la práctica de zazen, que es la postura de meditación zen.

Curiosamente, la figura geométrica de la molécula del agua es un tetraedro, que funciona como un transductor de la información del vacío.

Por otra parte, el agua es el único elemento que se expande al enfriarse y se contrae al calentarse, es decir, que tiene una estructura termodinámica diferente, y se refleja en su geometría al enfriarse, concretamente hexagonal, como demostró Masaru Emoto mediante sus experimentos con agua helada. El copo de nieve es un vector de equilibrio hexagonal, es un fractal (ver: La geometría del universo y La forma y la conciencia del universo ).

Entonces, la expansión es una esfera. Las ondas electromagnéticas se propagan de forma circular, lo que percibimos e interpretamos como una onda, no es más que la parte visible (la mitad) de la esfera que gira. Es igual para una ola.

Al colocar la estrella de seis puntas (2 tetraedros) dentro de la esfera, nos encontramos que ambas bases se encuentran a los 19º47´de latitud, exactamente la misma latitud donde están todos los volcanes y las pirámides más importantes de nuestro Planeta… y de otros, como en Marte y Jupiter, hay mucha información sobre este tema en la web.

Según el científico Nassim Haramein, los volcanes son agujeros negros, es decir, puertas dimensionales, por eso hay muchos ovnis y otros fenómenos en esas zonas.
Colocando dos tetraedros enfrentados dentro de la esfera, como en la estrella de David, nos encontraremos con dos latitudes simétricas donde se concentra una gran actividad energética y ocurren fenómenos aún no explicables por la ciencia, y esto no sólo en la Tierra, sino en todos los Planetas.
Todo en el universo está formado siguiendo esta geometría.

Por ejemplo, en esa latitud, se encuentran los volcanes más activos de Hawai y la ciudad de Teotihuacan. Los anillos de Saturno y Júpiter también cumplen con esto y se ha fotografiado el Polo Norte de Marte encontrándose un hexaedro, es decir, una entrada a su parte interna. El Polo Sur de Saturno es un enorme vórtice que parece estar absorbiendo energía como un agujero negro, lo que lleva al centro del planeta. Todo ello también se cumple en el Sol: las mayores llamaradas solares están en el 19’47 latitud Norte y Sur, también.

8 estrellas de David en tres dimensiones, cada una conteniendo 8 tetraedros, generan una figura que irradia la esfera y que es la estructura del vacío por medio de los fractales.

“El vacío contiene el infinito, una forma fractal de lo pequeño y de lo grande.

"El vacío genera la realidad y la realidad refleja la estructura del vacío”.

La estructura del vacío es una figura llamada matriz isométrica donde los vectores isométricos generan el equilibrio. Es la ya mencionada matriz isotrópica de vectores de Buckminster Fuller, que está representada en las ruinas de Teotihuacan, en Méjico. Contiene 20 tetraedros (el número de sellos solares del calendario maya) y que podría tomarse como un “mapa matemático fundamental del universo”. Una matriz isotrópica unida con otra (como en la estrella de David), generan una esfera perfecta, que crea un vector en equilibrio perfecto en el interior. Esa es la unión de macho-hembra, la armonía del yin y del yang. El tao.

Esa es la estructura del vacío y allí estaría la clave para llegar a la Energía Libre, o energía del punto cero (ilimitada y universal) y cuya clave reside en la geometría: 64 cubos de tetraedro son la estructura del vacío.

“La parte en expansión es el círculo, la de contracción, la semilla de la vida, el tetraedro. El centro, el agujero negro, es lo que hace que todo gire. Cuanto más hacia el centro uno vaya, más radiación tendrá. Hay una relación entre el colapso gravitatorio interno y la radiación electromagnética generada.

La geometría del colapso debe ser el menor volumen geométrico posible, y este corresponde al tetraedro. Esa es la estructura del vacío y el camino hacia el potencial infinito de energía y gravedad. En el equilibrio entre uno y otro, está el Ser.

Un equilibrio que, incluso geométrica y matemáticamente, nace de los movimientos de sístole y diástole del cosmos, contracción y expansión, inspiración y exhalación, flujo y reflujo, correspondientes respectivamente a la gravedad (curvatura del espacio-tiempo) y a la radiación electromagnética de todo lo creado.
Nuestro sistema solar se encuentra en un brazo de la galaxia, bajando y subiendo a través del ecuador de la galaxia, recibiendo constantemente la radiación electromagnética de otros soles.
El Universo que observamos es finito, limitado, pero en cambio, su interior es infinito e ilimitado y la clave para entenderlo son los fractales. Estas son figuras geométricas que se repiten con una ligera variación y un poquito más (o menos) de tamaño.

“Todo se mueve a la velocidad de la luz, incluidos los átomos. Nosotros también nos movemos a la velocidad de la luz. La tierra rota a gran velocidad y gira a más velocidad aún alrededor del sol, que a su vez todavía mucho más rápido gira alrededor del centro de la galaxia, que gira junto a otras galaxias, etc.
Pero en realidad "no hay movimiento, lo que hay son fluctuaciones”.

Tenemos la idea de una continuidad sin fisuras, porque nuestros cerebros se encargan de manera eficiente de editar el material que recibe. Pero todo en el universo se desplaza de a saltos cuánticos. El tiempo como entidad no existe.
El Universo expande energía en el vacío que luego se curva para generar la gravedad.

El Universo es fractal.

Cada parte contiene la información del todo. Como es arriba es abajo. El universo crea las cosas a su manera. Un átomo, una célula, un planeta, un sol, una galaxia. Todos surgen de la misma fuente original.

Siguiendo esta observación podemos deducir que si el centro de nuestra galaxia (y por ende de otras también) es un gran agujero negro, también el centro del Sol y de la Tierra y como nosotros estamos hechos a imagen del universo, siguiendo la misma geometría, tenemos nuestro propio agujero negro, de hecho el interior de cada célula es un agujero negro.

La forma y la conciencia del universo


Los campos de energía en el universo, y en el ser humano como extensión de él, se estructuran en formas geométricas definidas, la geometría sagrada, (post del 4/9/10).

El universo tiene diferentes niveles de organización, y como vimos, la dinámica de esta organización son los fractales.
De manera que la diferencia entre un átomo y una galaxia es que corresponden a diferentes niveles o escalas dentro de esta organización. Desde lo infinitamente pequeño hasta lo infinitamente grande.
La física actual trata de unificar estos dos dominios o niveles, mediante una "teoría del todo”, un puente de unión entre la mecánica cuántica y la física relativista. Y hasta ahora no lo consigue, las matemáticas de una no describen a la otra. Para la ciencia actual la fuerza de gravedad y la fuerza electromagnética no son todavía conciliables.

Pero si observamos con mayor amplitud esto, nos daremos cuenta que el error consiste en no tomar en cuenta la dinámica fractal del universo.

Obviamente, la física siguiendo el método “científico”, no considera al universo como un “todo”, si no que analiza sus partes por separado. Un universo sin conciencia ni inteligencia y el ser humano ocupando un lugar aparte, como un observador privilegiado.

Evidentemente, cambiar esta mentalidad lleva tiempo y generaciones, sobretodo porque la ciencia mayormente trabaja para la tecnología y esta representa siempre fuertes intereses que se resisten al cambio y a la transformación.

Diferentes niveles de organización
Cuando morimos, ni uno solo de los átomos que componen nuestras células se pierde, simplemente pasan a otro nivel de organización. Serán reutilizados, formarán nuevas moléculas, se transformarán en materia, células, probablemente otro organismo vivo, o quedarán disponibles para un nuevo ensamblado. Un verdadero reciclado cósmico.

Nuestros átomos son miniagujeros negros.

Los agujeros negros fueron primero postulados teóricamente y luego descubiertos como fenómenos cosmológicos, a partir de estrellas que colapsan.

Una estrella corriente, como nuestro sol, conserva su tamaño normal gracias al equilibrio entre una altísima temperatura central, que tiende a expandir la sustancia estelar, y la gigantesca atracción gravitatoria, que tiende a contraerla y colapsarla.

Si en un momento dado la temperatura interna desciende, la gravitación se hará dueña de la situación. La estrella comienza a contraerse y a lo largo de ese proceso la estructura atómica del interior se desintegra. En lugar de átomos habrá ahora electrones, protones y neutrones sueltos. La estrella sigue contrayéndose hasta el momento en que la repulsión mutua de los electrones contrarresta cualquier contracción ulterior.

La estrella es ahora una «enana blanca». Si una estrella como el Sol sufriera este colapso que conduce al estado de enana blanca, toda su masa quedaría reducida a una esfera de unos 16.000 kilómetros de diámetro (su diámetro actual es de 1.390.000 km), y su gravedad superficial (con la misma masa pero a una distancia mucho menor del centro) sería 210.000 veces superior a la de la Tierra.

En determinadas condiciones la atracción gravitatoria se hace demasiado fuerte para ser contrarrestada por la expansión electromagnética. La estrella se contrae de nuevo, obligando a los electrones y protones a combinarse para formar neutrones y forzando también a estos últimos a apelotonarse en estrecho contacto. Esta estructura neutrónica forma una «estrella de neutrones», que podría albergar toda la masa de nuestro sol en una esfera de sólo 16 km de diámetro. La gravedad superficial sería 210.000.000.000 veces superior a la de la Tierra.

Continuando este proceso, la gravitación puede superar incluso la resistencia de la estructura neutrónica. En ese caso ya no hay nada que pueda oponerse al colapso. La estrella puede contraerse hasta un volumen cero y la gravedad superficial aumentar hacia el infinito.

La luz emitida por una estrella ordinaria como el Sol pierde muy poca energía. La emitida por una enana blanca, algo más; y la emitida por una estrella de neutrones aún más. A lo largo del proceso de colapso de la estrella de neutrones llega un momento en que la luz que emana de la superficie pierde toda su energía y no puede escapar.

Un objeto sometido a una compresión mayor que la de las estrellas de neutrones tendría un campo gravitatorio tan intenso, que cualquier cosa que se aproximara a él quedaría atrapada y no podría volver a salir. Es como si el objeto atrapado hubiera caído en un agujero infinitamente hondo y no cesase nunca de caer. Y como ni siquiera la luz puede escapar, el objeto comprimido será negro. Literalmente, un «agujero negro».

Teniendo en cuenta las polaridades del universo, si existen agujeros negros, entonces deben existir agujeros blancos (sus opuestos), en los que la materia (y la luz) no puede permanecer en su interior indefinidamente y es arrojada al exterior violentamente (al exterior del horizonte de eventos).

Por otro lado, un agujero negro y uno blanco trabajando en conjunto formaría un agujero de gusano, uno entraría por el negro y saldría expulsado por el blanco.

Actualmente los científicos tratan con grandes aceleradores de partículas de recrear los agujeros negros a nivel subatómico, buscando siempre una teoría que unifique todo.

Incluso Stephen Hawking describe a las partículas subatómicas como diminutos agujeros negros. Pero evidentemente con la misma metodología “científica” , y de esa forma siempre va a faltar algún elemento de esta dinámica, como por ejemplo los fractales. Que son los que nos permiten comprender la forma en que el universo se organiza…

...simplemente en escalas de distinto tamaño.

Por ejemplo, las células que componen nuestro cuerpo, están rodeadas por una membrana plasmática de lipoproteínas, que es como el horizonte de sucesos.
Lo interesante es que esta membrana vibra, la oscilación es de 10 elevado a la 11 Hercios. Esta es una frecuencia elevadísima, que genera una cantidad enorme de energía y cumple todos los requisitos para formar un agujero negro (Schwarzschild).

Teniendo en cuenta la frecuencia y el radio de la célula, si la colocamos en un gráfico que vaya desde una partícula subatómica hasta la estrella más grande, la célula biológica se ubicará en el medio de esta gráfica.
Es interesante. Somos el trazo de unión entre estos extremos, entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño. Lo que unifica el todo.

La distancia entre estos diferentes niveles sigue una proporción definida por el número áureo, y esta mísma proporción se encuentra en todas partes en la naturaleza.
Es la misma proporción que utilizó Kepler para la ley de escalas del sistema solar y lo hizo utilizando figuras geométricas.

Estas proporciones y geometrías eran conocidas por sabios y alquimistas en la antigüedad y hay pruebas de esto en la arqueología y otros testimonios de las civilizaciones antiguas.

La geometría del vacío genera todos los niveles de la escala.

Cada límite es una resolución de la estructura fractal, desde la más pequeña partícula hasta una galaxia.
Y en el cuerpo humano las células se multiplican de este modo también y se autoorganizan siguiendo la geometría específica de la estructura del vacío. Y en un principio estas células, todavía indiferenciadas, llamadas células madre totipotenciales, ya que cada una contiene toda la información para crear a un ser humano, se irán diferenciando en las sucesivas divisiones, formando así células epiteliales, músculares, óseas, neuronas, etc., y estas se irán organizando en diferentes niveles: tejidos, órganos, sistemas y aparatos.

Estamos hechos de material cósmico y a la manera exacta del universo.

Somos una extensión del espacio, una forma surgida del vacío. El universo que se observa a si mismo en una experiencia humana. Y esta retroalimentación, este flujo de información y energía de ida y vuelta que permanentemente crea la realidad, es en esencia el universo aprendiendo sobre si mismo.
Y como vimos en el post anterior, podemos resumir todo en la dinámica conjunta de 2 fuerzas, una hacia adentro que contrae, y la otra hacia fuera que expande. Gravitación-electromagnetismo y la retroalimentación entre ambas.
Comprender esto con la totalidad del ser significa realizar que fundamentalmente nuestro cuerpo físico es solo uno de los tantos niveles de organización, pero también somos energía y luz. Un cuerpo espiritual que nos conecta con todo. El cuerpo mismo del universo.

Somos la forma y la conciencia del universo.

Estamos hechos a partir del vacío y nuestro cuerpo refleja esta forma.

Las posturas que adopte el cuerpo físico nos permitirán experimentar las diferentes dimensiones del ser, distintos niveles vibracionales de esta organización universal, tetraedros y esferas.

La geometría del vacío infinito de la que surgen todas las formas es la postura zazen.


la geometría del universo


Cada punto del espacio contiene la potencialidad de contener toda la información en él.
Pero, ¿como es posible que algo que no poseé dimensiones, contenga al infinito?
Para los antiguos egipcios los movimientos de la creación comienzan con un punto central conceptual: el ojo de Horus, desde donde sale la flor de la vida, cuyo fruto es el universo.
El punto es la referencia para saber que existe el movimiento, en él comienza su geometría sagrada, creando el primer espacio virtual del universo; un triángulo equilátero, que es la base del tetraedro, el primer sólido puro hecho de información y conciencia, la forma masculina primaria de todo lo creado.
Este proceso se multiplica en todas las direcciones, creando un espacio virtual referenciado en sí mismo que comienza a girar alrededor del punto de origen (el ojo de Horus), surge así el principio femenino: la esfera. Un espacio pasivo, sin tensiones, con todos sus puntos referenciados al centro, al ojo de Horus. La esfera lo contiene todo, todos los volúmenes y formas, es una expresión de unidad, de totalidad, e integridad. Ninguno de los puntos en su superficie es más importante que el otro y a todos se llega de igual manera desde su centro de fuerza y energía, que los origina a todos. Los átomos, las células, los planetas y soles, todos reproducen esta forma circular de unidad y potencialidad.

La primera esfera contiene los cinco modelos de poliedros regulares, los llamados: sólidos platónicos, con todos sus ángulos y lados iguales. Platón aprendió la geometría sagrada de maestros egipcios.

sólidos platónicos
Estos poliedros son la base, los ladrillos, sobre los cuales está construido el universo.

Entonces el espíritu, desde el centro, realiza su primer movimiento y se desplaza hasta los límites de la esfera y genera otro tetraedro que comienza a girar y forma un nueva esfera. Visto en un plano frontal, es decir en 2D, esta nueva figura se llama: vesica piscis.

Los egipcios creian que del ojo formado por la intersección de las 2 esferas, salián los números, las letras, los 7 sonidos fundamentales y todas la sabiduría de la creación. Esta figura oval puede contener exactamente en su interior 2 triángulos equilateros que al ser rodeados (contenidos) por un rectángulo son la base de la proporción aurea, la divina proporción, esta proporción fue usada en todos sus templos, para relacionar las 3 dimensiones entre sí y a estas con la naturaleza. De ahí se derivan todas las relaciones matemáticas fundamentales y los números más importantes como Fi (número áureo) y Pi.

Luego continua el movimiento a lo largo de la superficie de la primera esfera y se van creando nuevas esferas, que al igual que las dos primeras, se van entrecruzando, creando nuevos sonidos, nuevos colores…hasta que al llegar a la 7ª esfera se completa el primer ciclo y se forma la semilla de la vida.
Este patrón geométrico se repite hasta el infinito creando todo lo que existe. La naturaleza siguiendo este esquema hace una flor, una galaxia o la división celular del cigoto, la célula huevo fecundada, que formará un cuerpo humano.
Al continuar la semilla su expansión en una espiral infinita creando nuevas esferas, en la 3ª ronda de giros se completan las 19 esferas que conforman: la flor de la vida, por la forma que toma este patrón geométrico. Contiene las escalas musicales, los colores del espectro de la luz, los patrones de crecimiento de los tejidos vivos, cada esfera tiene la misma capacidad para desarrollarse que la primera. Cada esfera contiene al principio masculino y al femenino, la recta y la curva, contiene a los 5 sólidos platónicos, es decir, contiene a la matriz geométrica que formará todo lo que existe.

flor del vida
Estos son símbolos de la inseparable relación entre las partes y el todo, el principio de unidad para la geometría de todas las formas existentes, sin importar su diversidad.
Diseños y estructuras que existen en la naturaleza desde un átomo hasta una galaxia, pasando por todas las formas reconocibles de vida, todo sigue un patrón, un arquetipo geométrico, que nos revela la naturaleza de cada forma. La flor de la vida nos revela que todo está conectado, que es inseparable y que es unidad. Nos recuerda nuestra relacion con el todo y nos permite comprender la esencia y la estructura del universo y de nosotros mismos, como parte de el.

Entonces, el concepto del universo surgido de un punto, no es tan extravagante.
La teoría del Big Bang, lo último aceptado por la ciencia como origen de nuestro universo, dice que todos provenimos de un punto con un tamaño equivalente a la longitud de Planck (10-33, 10 elevado a la menos 33) millones de veces más pequeño que un átomo.

Todos los puntos surgidos del primer punto, son réplicas de este y están interconectados, todos contienen la capacidad de un universo en sí mismos, poseen toda la información.
La dinámica de esta geometría se llama Fractal.
Los fractales han sido inventados por el matemático Benoit Mandelbrot para describir la geometría de la naturaleza, cuyas formas complejas e irregulares escapan a la geometría clásica.
Una particularidad de los fractales, como ocurre con muchas formas de la naturaleza, es la repetición de formas similares a distintas escalas de observación. Así, una parte de una nube reproduce a la nube entera, y una roca recuerda las formas de la montaña. Una forma típicamente fractal es aquella de la coliflor, o del brócoli, cuyas partes son exactamente idénticas a la imagen del todo.

brócoli romanesco
Un fractal es un objeto que exhibe autosimilitud (recursividad, en términos matemáticos), a cualquier escala. Es decir, si nos fijamos en una porción cualquiera de un objeto fractal, notaremos que tal sección resulta ser una réplica a menor escala de la figura principal.
El Universo está hecho de fractales, desde las galaxias hasta las bacterias...incluso nuestras neuronas o el sistema circulatorio, y está hecho de niveles de organización sucesivas e imbricadas, como las muñecas rusas (mamushka) que una entra dentro de la otra, pero son iguales, las más pequeña es copia de la más grande.
Si bien es cierto que su "descubrimiento" matemático tuvo lugar en 1872, su representación es muy antigua. Ya en el Renacimiento se usaban patrones fractales en vitrales, arquitectura, pintura, etc.


Volvemos a la pregunta, ¿Cómo algo finito, sin dimensiones puede contener lo infinito?
Por empezar, los sistemas finitos, limitados y el infinito, son complementarios.
Para comprenderlo mejor veámoslo geométricamente.

Volvemos al círculo que contiene un triángulo (2D) o en 3D, podemos visualizar una esfera con un tetraedro en su interior. Como además el universo está polarizado: masculino, femenino, positivo, negativo, yang e yin, etc., le agregamos a la esfera otro triángulo igual, pero invertido, así, visto en 2D se forma una estrella de David, de 6 puntas, podríamos seguir subdividiéndo estos 2 triángulos que forman la estrella en triángulos cada vez más pequeños, sucesivamente hasta el infinito. Si hiciera un zoom sobre los niveles más pequeños, tendría una replica del original y podría seguir dividiendo en nuevos triángulos cada vez más pequeños infinitamente, es un hecho matemático, y sin haber salido de los límites de la esfera.
Porque se puede dividir hasta el infinito dentro de la circunferencia del círculo.

Este es un ejemplo de cómo lo infinito puede caber en un espacio finito, es decir, dentro de límites.
Esto significa que cada átomo, cada célula de nuestro cuerpo, tiene un potencial infinito en su interior y un conectividad infinita con todo lo demás.

Hasta podríamos afirmar que cada una de estas partículas es un diminuto agujero negro, ya que hay una cantidad infinita de partículas en él, que pueden ser divididas, eso significa que tiene una masa infinita, creando una singularidad.

Lo curioso es que generalmente cuando pensamos en infinito tratamos de imaginarlo afuera de nosotros, cuando en realidad nuestra naturaleza infinita esta en el interior, dentro de cada átomo, de cada célula. Además, en el exterior siempre nos topamos con los límites perceptúales de los sentidos: la vista, el oído, el gusto, el olfato, el tacto. Apenas nos alcanzan para crear una realidad dentro de un pequeño marco de referencia.

Otro dato interesante: los átomos son en un 99, 9999 % vacío. Esto nos puede dar una idea de la sustancia de la que estamos hechos.
Esta es la enseñanza de todos los maestros espirituales que desde la antigüedad enseñan que para encontrar nuestra esencia, nuestra naturaleza infinita hay que mirar hacia el interior de si mismo, mediante la meditación, la reflexión, el recogimiento.

Por eso debemos comenzar a cambiar de mentalidad y percibir la estructura de la realidad de otra manera. Esta es la clave para entender nuestra naturaleza y nuestro potencial.
Conocerse a si mismo, no es un movimiento hacia el exterior, por el contrario, el secreto esta dentro de cada uno.

LA ALQUIMIA ESPIRITUAL

EL CAMINO DE LA ALQUIMIA ESPIRITUAL

Los seres humanos somos el producto de fuerzas cósmicas. 
Nuestro cuerpo, al igual que todo en la naturaleza, es la manifestación de estas fuerzas, que son campos de energía e información.

El cuerpo físico es el último nivel, el más bajo, el más denso, de estos campos. Es el resultado de la condensación o materialización transitoria de la energía misma del universo.
Esta energía no es otra cosa que el movimiento de la conciencia universal, que es la Mente del creador, la conciencia Creadora, el Espíritu o Dios (como prefieras).

De hecho, la Mente es la verdadera sustancia de todas las cosas.

Decimos sustancia porque estos campos vibrantes de información y energía pueden "materializarse", presentándose en diversos planos o "densidades" de acuerdo a su nivel de vibración, como grados o niveles de una escala, desde la conciencia cósmica e infinita hasta la materia y el cuerpo físico. Diferentes expresiones de la misma esencia.


El cuerpo físico es una creación de la conciencia

La mente crea y modela el mundo material
En el ser humano cada plano o nivel está representado por un cuerpo: el cuerpo espiritual o universal, el cuerpo mental y el cuerpo físico, aclarando que estas son divisiones conceptuales, lo único "real" es la unidad. Una sola y misma conciencia.

En este caso, la palabra cuerpo no hace referencia a algo "objetivo" o material sino algo central o principal.

En general solo somos conscientes del cuerpo físico y por eso nos identificamos con él y con la realidad material que se genera.
Pero en realidad, más allá del estrecho límite impuesto por nuestros sentidos y nuestra conciencia individual, somos un cuerpo de energía consciente.

Este manojo de energía (cuerpo de luz) que da forma y alimenta al cuerpo físico, tiene sitios o centros precisos donde se realiza el intercambio y la transformación. 


Estos vórtices son la interfaz entre los planos físicos y los sutiles.


Son portales que comunican la dimensión física con dimensiones superiores
En los diferentes sistemas chinos de trabajo interno estos centros de energía son llamados tan tien o dan tian y son un punto de referencia fundamental. En otras tradiciones como el budismo o el hinduismo son conocidos como Chakras, y aunque el concepto es el mismo, solo varia en el numero de puntos existentes (siete, doce, etc).

Tan tien o dan tian, son una serie de centros de energía distribuidos en determinadas zonas del cuerpo humano.

Son centros de transformación y acumulación de energía y conciencia
Los maestros de la antigüedad aseguraban que ese campo del elixir cuanto mas grande fuese y mejores cuidados recibiese, mejores cosechas produciría, por ello desarrollaron diversos métodos para lograrlo.
A través de ejercicios respiratorios, físicos y mediante la meditación, llegaron a percibir ondulaciones energéticas particularmente vibrantes en tres zonas situadas a lo largo del eje vertical del cuerpo y que cubrían las tres zonas más amplias de la estructura física: abdomen, caja torácica y cráneo. 
Estos tres centros son considerados lugares de procesamiento de la información y generadores de energía 

En medicina china, a las áreas o niveles correspondientes se los conoce como "los tres calentadores".

Tan tien significa “campo del elixir” o "mar de la energía".

Las técnicas que empleaban estaban encaminadas a despertar y unificar las energías de estas zonas, con el fin de encontrar el equilibrio entre cuerpo, energía y espíritu.
Estos 3 centros se hallan en correspondencia con el cuerpo físico y el universo, siendo asociados cada uno con una región del cuerpo, una calidad de energía y un nivel de conciencia

Son los centros más importantes del sistema energético humano, cada uno con sus propias características pero conectados entre sí.
No los consideres como simples depósitos de energía, sino mas bien lugares de transformación o alquimia de la esencia o sustancia fundamental (Jing), la energía vital (Chi) y la conciencia o espíritu (Shen).

Son el fundamento de la alquimia espiritual.
Se conocen como tan tien inferior, medio y superior.
Los tres se hayan situados en la línea media del cuerpo, a lo largo del meridiano de acupuntura conocido como “Rèn Mài” o vaso de la concepción. Este canal de energía corre por la parte delantera y central del cuerpo, siguiendo un camino descendente que en la zona del periné, entre los órganos sexuales y el ano, conecta a través de la cavidad llamada “Huiyin”, con el vaso gobernador o “Dû Mài”. 
Este otro canal de energía asciende por la línea media posterior, por la columna vertebral, llegando al punto “Bǎihui” (en la cima del cráneo), bajando por la frente y la nariz y terminando en la parte superior del paladar.

órbita microcósmica
A través de la lengua se crea un circuito entre estos dos canales que comunica los tres tan tien. Este recorrido energético se conoce como la órbita microcósmica.
- Tan Tien inferior: en antiguos textos se le sitúa a una distancia de unos tres o cuatro centímetros por debajo y hacia dentro del ombligo, en el centro de gravedad (por lo que la posición exacta puede variar en cada persona), en un punto llamado océano del Qi (Qi Hai).
Se le define como la residencia donde se concibe el Embrión Espiritual y el manantial de la energía humana. Los hombres guardan en él la esencia Jîng (el esperma) y las mujeres la sangre menstrual. Es considerado como el caldo alquímico donde se almacena la energía original. El chi almacenado en el tan tien inferior se denomina chi de agua. Se le asocia con la Tierra, la cavidad pelviana y con la energía sexual. 
Para los maestro de chi kung, es la base del equilibrio de la persona, y mediante determinados ejercicios buscan activarlo y fortificarlo.
- Tan Tien medio: se localiza a la altura del diafragma, en el plexo solar. Se le asocia con el pensamiento emocional “Xin”, la autoestima y el ego personal. Está considerado el centro donde se produce y almacena el chi adquirido, procedente del aire respirado y los alimentos ingeridos. El chi almacenado en el tan tien medio se denomina chi de fuego. Como depende de la calidad del aire y la comida, esta energía puede agitar la mente y llevar a ser emocionalmente desequilibrados, a través de excesos, enojos, ansiedades, miedos o angustias.

- Tan Tien superior: situado en la zona frontal, en el entrecejo. Se conecta con el cielo, el cerebro y la conciencia. Es el que gobierna el pensamiento y la actividad intelectual, la voluntad y la clarividencia. Su apertura permite recoger la energía  y la información del cielo (el espacio) y el cultivo de la mente.
Si esta equilibrado el pensamiento es claro, creativo, calmo, rítmico y ecuánime. 

-El tantien inferior comunica con el cerebro profundo o primitivo, sede del instinto y la supervivencia.
-El tantien medio, que es el chakra del corazón, comunica con el cerebro medio o emocional.
-El tantien superior, comunica con el cerebro moderno o neocórtex y controla la actividad mental y la clarividencia.



Si bien la posición exacta del tan tien inferior puede variar en cada persona, en general se localiza en una zona central un poco por debajo del ombligo, aproximadamente a unos tres centímetros y hacía el interior, a la altura entre la segunda y la tercera vértebra lumbar. 
Si se disecara el cuerpo físico, no se encontrarían estos centros o vórtices, porque se encuentran en el cuerpo etéreo, de manera que la ubicación en el cuerpo físico es aproximada.
Se considera que el tan tien inferior es el centro del cuerpo. Es el lugar donde se genera y almacena la energía vital. Los japoneses le llaman ki kai tandem y también Hara, aqui es dondé los samurais se cortaban el vientre (harakiri).

Se le conoce asimismo como el "campo medicinal" y también "campo de cinabrio", pues tiene el poder sanador de la energía Chi original o energía ancestral (congénita) acumulada allí.

El cinabrio es un mineral rojizo de la clase de los sulfuros. Está compuesto en un 85% por mercurio y 15% de azufre. En su simetría y caracteres ópticos presenta un parecido notable con el cuarzo.


En la antigüedad, fue utilizado para preservar huesos humanos y en pinturas rupestres (como las descubiertas cerca de Almadén). Tal vez siguiendo esa tradición como preservador de huesos, los alquimistas utilizaron el cinabrio para preparar un elixir que, suponían, aseguraba la longevidad. En medicina china, se denomina metafóricamente cinabrio a la energía sexual o esencia, recibida de los padres (información genética) en el momento de la concepción y que se va agotando a lo largo de la vida.
El cinabrio representaba dos cualidades esenciales buscadas en la alquimia interna: flexibilidad y resistencia.

La energía generada en el tan tien inferior es utilizada por el cuerpo para funcionar y regenerarse normalmente y además potencia sus capacidades: resistencia a las enfermedades, al frío, aumento de la fuerza y la vitalidad, calma y claridad mental, equilibrio emocional.
 Es el laboratorio principal y el centro fundamental de la alquimia interior.
Los alquimistas de la antigüedad creían que a lo largo de un proceso meticulosamente estructurado, y gracias a la utilización de distintos productos minerales y materias vegetales, se podía llegar a crear químicamente un tipo de materia o sustancia (una medicina, un elixir, oro…) libre de todas las imperfecciones y desgastes causados por el paso del tiempo, y capaz de restituir el momento primordial anterior a que la energía cósmica se separe en las dos polaridades opuestas (yin y yang).

Lo más importante en la creencia de los alquimistas es que durante el proceso de creación de un oro perfecto, el cuerpo y el alma se irían purificando simultáneamente, transformándole en una persona más evolucionada, liberada de toda las impurezas adquiridas durante la experiencia de la vida, y capaz de modificar a voluntad la realidad y el mundo físico. 
El trabajo en el laboratorio (alquimia externa), debía ser complementado con el trabajo interior (alquimia interna o espiritual) y en textos medievales chinos se explica la necesidad de completar la vía interna, que es considerada superior, para poder alcanzar la meta final del método inferior que es la alquimia externa.
La alquimia interna es una forma de cultivo interior que conduce a la trascendencia y a la iluminación. En términos de física moderna diríamos que es lo que le permite a la conciencia realizar un salto cuántico y pasar a un nivel superior de energía e información.

El objetivo es unificar la energía del cuerpo y armonizarla con la energía cósmica
La labor del alquimista es recuperar la pureza de la energía anterior al mundo material (vida física), representada por el período prenatal (denominado “del Cielo anterior”).

Mediante la alquimia espiritual se busca la unificación de dos componentes vitales en el interior del ser humano: por un lado, los aspectos psíquicos, emocionales e invisibles, denominados xing (naturaleza innata, alma o conciencia), y los aspectos físicos, energéticos y orgánicos llamados ming (vida). 
En la fase prenatal, el embrión humano contiene en sí mismo ambos aspectos de manera unificada, pero después del nacimiento, se van distanciando (xing asciende hacia la cabeza y ming desciende hacia el abdomen y los genitales), hasta que su separación provoca el fin de la vida.

Para volver a unir los dos componentes, hay que contemplar su propio cuerpo como un laboratorio; el corazón y los riñones son el crisol y las materias que usará son los Tres Tesoros:

-Esencia (jing), que corresponde a grosso modo con el cuerpo físico. Más específicamente es una sustancia original, de lo primero en la materialización de la energía, con capacidad para procrear, regenerarse y generar células (tejidos, órganos, etc).

-Energía (chi), que se asocia con el aliento interior (prana), la energía vital y también con la respiración.

-Espíritu o conciencia (shen), que se relaciona con las funciones de la mente.

Debes recoger estos tres elementos, como si se tratara de minerales o plantas medicinales, y mezclarlos dentro del crisol (los centros energéticos o tan tien) para su cocción, gracias a la acción del pensamiento concentrado, que representa el fuego.

Cuando el cuerpo, la respiración y la mente se vuelven unidad, se obtiene el “elixir” o “cinabrio”, que es una sustancia o un tipo de medicina destinada a reparar los daños provocados por el paso del tiempo y por distintos factores emocionales, físicos, energéticos, sexuales o alimenticios, los cuales conducen a una pérdida continua de la vitalidad, que debilita y acorta la vida.


Es por ello que en la práctica de la alquimia espiritual se tiende a utilizar distintos elementos de las prácticas taoístas y budistas: técnicas respiratorias, visualizaciones, ejercicios energéticos (hoy conocidos como chi kung o qigong), alquimia, meditación, masajes y dieta.

Los maestros alquimistas desarrollaron métodos para afinar la respiración hasta suspender cualquier movimiento externo que la delate, la llamaron respiración embrionaria, por imitar a la respiración y el flujo de energía en el feto; la abstención de alimentación sólida durante períodos prolongados de tiempo, y la retención de la eyaculación en hombres o la suspensión de la menstruación en las mujeres.

Estas técnicas están destinadas a controlar las tres principales acciones que mantienen y perpetúan la vida: la respiración, la alimentación y la procreación.

Al no permitir ninguna expresión exterior (pérdida) de las fuerzas vitales, éstas pueden concentrarse en el interior, dando nacimiento a un nuevo ser, invisible e intangible, pero rector de todas las actividades en el interior de la persona. 


Este ser humano, constituido de energía pura, es representado por la imagen alquímica del Elixir de Oro, una píldora refulgente y llena de vida que aparece en la superficie del crisol en la fase final de la alquimia exterior.

Este ser luminoso, sin forma ni apariencia, representa el alma del alquimista y poco a poco se irá exteriorizando y tomando forma en el mundo físico. Esta alma inmortal, libre de la dependencia del tiempo y el espacio, es llamada Flor de Oro, un brote de energía pura que eclosionará cuando se corte el último de los lazos con la energía caduca que vamos adquiriendo a lo largo de la vida. 

La información recolectada por las experiencias de la vida se transforman en energía y memoria.

Cuando se liberan o se trascienden las ataduras del mundo físico, el alma abandona el cuerpo y asciende a los Cielos, es decir, se funde nuevamente con la conciencia cósmica. Retorna a la fuente original enriqueciéndola con información.

En el Taoteking se dice: “morir pero no desaparecer: he aquí la longevidad”. 


A lo largo del proceso o camino de la alquimia espiritual, aunque aún estés sujeto al mundo físico y a la inevitable muerte, has ordenado tu microcosmos y lo has armonizado con el macrocosmos natural, y lo has conseguido en esta vida, manteniendo tu corporalidad y sin renunciar a tu vida cotidiana, realizando en verdad una Gran Obra.

El ser biológico y el ser social se vuelven uno

La influencia de esta Obra es infinita.


El tantien inferior

La importancia del tan tien inferior o centro umbilical proviene de su papel en el crecimiento del embrión.
Después de la concepción, el embrión comienza a dividirse inmediatamente y pronto se adhiere a la pared del útero. Se desarrolla el cordón umbilical por el que se alimenta el feto. El punto donde el cordón umbilical está unido al bebé es el ombligo

Mientras el feto se encuentra todavía en el útero materno, la energía entra al ombligo por el cordón umbilical. Luego circula por el riñón izquierdo, después por el riñón derecho, desciende hasta el centro sexual y el perineo y sube por la columna hasta la cabeza. Luego desciende por la lengua y regresa al ombligo. Este curso de circulación constituye la Orbita Microcósmica que armoniza la energía Yin y Yang del feto.

El feto se alimenta con la energía umbilical y elimina los desechos por el ombligo. Después del nacimiento, mientras el niño crece, el cuerpo sigue enviando toxinas a esta zona.
El centro umbilical equilibra todas las fuerzas y es el centro de gravedad física. El cuerpo se mueve alrededor de este centro al sentarse, ponerse de pie o practicar en movimiento.
El centro umbilical, tan tien inferior o simplemente tantien, transforma las energías del cielo, la tierra y la del plano humano en energía vital beneficiosa y fundamental para el cuerpo.
El ombligo y la zona del bajo vientre, es el lugar donde se absorbe, transforma y almacena la energía vital. En esta región no debe haber congestiones ni tensiones para que la energía pueda circular y fluir  sin obstáculos.
Este es un sitio de transformación, donde mutan entre sí  la esencia (Jing), la energía (Chi) y el espíritu (Shen). Podría decirse también que es el sitio de unión y transformación de los planos físico, mental y espiritual.

Las prácticas como zazen, chi kung (qi gong), taichichuan o las artes marciales, hacen hincapié en llevar la energía a la región umbilical, que está también relacionada con el cerebro profundo y primitivo, el que nos conecta con la naturaleza original de nuestro ser y es fuente de sabiduría e intuición.

zazen
Se recoge energía mediante las prácticas y ejercicios y se la almacena, no solo en los centros de energía, sino también en los huesos, tejidos y órganos internos, mediante la concentración mental y la respiración abdominal y profunda.
Cuidar y cultivar la energía vital es muy sencillo y agradable, es un camino de autoconocimiento, de exploración y aprendizaje, que a veces requiere esfuerzo y siempre dedicación, y su práctica es difícil para algunos justamente porqué no pueden dejar o disminuir sus preocupaciones, miedos, malos hábitos, adicciones (físicas y emocionales) o ciertos puntos de vista equivocados (vieja programación reactiva sin ninguna utilidad en el presente).
Una cosa es cierta, si no cuidas el cuerpo físico, sino exploras y desarrollas tu cuerpo de energía, sino tratas de aprender y expandir tu conciencia, si todavía no has realizado que eres un ser luminoso conectado con todo las cosas y en unidad con todos los seres, no solo estás malgastando tu breve tiempo de existencia en esta tierra, estás haciendo que tu viaje de conocimiento sea duro, fragmentado y la mayor parte del tiempo doloroso. 
Despierta del sueño de tus condicionamientos mentales y tu historia personal 
Debes calmar tu mente y abrir tu corazón 
Dirige la luz de tu mirada hacia tu interior y acepta de una vez tu naturaleza cósmica